Bienvenido a nuestro encantador hotel rural en Mallorca, donde el encanto rústico se combina con el confort moderno.
El corazón de nuestra finca, el jardín, es un refugio tranquilo que ofrece naturaleza en estado puro.
Nada más entrar, se abre un magnífico escenario con parterres cuidados con esmero y llenos de plantas florecientes y fragantes. Cada rincón de nuestro jardín refleja la diversidad de la flora autóctona, desde las exuberantes buganvillas que trepan por los muros de piedra hasta las majestuosas palmeras que añaden un toque de esplendor mediterráneo.
En los días calurosos, nuestra gran piscina ofrece un refrescante chapuzón. Rodeada de cómodas tumbonas y a la sombra de palmeras y olivos, es el lugar perfecto para relajarse bajo el brillante cielo azul de Mallorca. A lo largo del jardín encontrará varias terrazas y zonas de descanso, ideales para relajarse un poco durante el día con un libro o con una copa de vino local.
Cada mirador ofrece una vista única, a veces de las ondulantes colinas circundantes, a veces del centelleante cielo estrellado. Dé un paseo por el jardín y comprobará nuestra filosofía sostenible. Aquí encontrará plantas autóctonas que encajan perfectamente en el clima y el paisaje de Mallorca, así como las hierbas que utilizamos en nuestra cocina.
Nuestro jardín en la finca es más que un paisaje, es un lugar de paz y relajación, un oasis de calma que invita a quedarse. Experimente la esencia de Mallorca en este ambiente auténtico, tranquilo e incomparablemente bello.

































